Desde que estuve en el templo de Isis Philae, en Egipto, hace un par de meses, estoy esperando este momento.
El momento para regresar y acompañarte a atravesar la puerta a tu propio reinado.
El momento para que juntos anclemos el poder de la Madre Divina y asumamos el reinado del amor, la abundancia y el poder de la creación.
«Puedes volver, siempre, cuando quieras,
puedes volver sin estar aquí en tu cuerpo físico.
El momento, es ahora».
Pasar por la puerta, de la oscuridad a la luz
ya no es para ver el tamaño de la herida
y alimentar el sufrimiento, sino para
reconocer toda la belleza y la expansión
disponibles más allá del miedo.
¡La Diosa, Reina, Madre, te espera!
Desde que estuve en el templo de Isis Philae, en Egipto, hace un par de meses, estoy esperando este momento.
El momento para regresar y acompañarte a atravesar la puerta a tu propio reinado.
El momento para que juntos anclemos el poder de la Madre Divina y asumamos el reinado del amor, la abundancia y el poder de la creación.
«Puedes volver, siempre, cuando quieras,
puedes volver sin estar aquí en tu cuerpo físico.
El momento, es ahora».
Pasar por la puerta, de la oscuridad a la luz
ya no es para ver el tamaño de la herida
y alimentar el sufrimiento, sino para
reconocer toda la belleza y la expansión
disponibles más allá del miedo.
¡La Diosa, Reina, Madre, te espera!